Localizada en uno de
los nodos más vibrantes de la ciudad, remate visual del Paseo de la
Reforma y punto de entrada al Bosque de Chapultepec, la Estela de
Luz o Monumento del Bicentenario, es uno de los nuevos íconos
urbanos de la Ciudad de México.
Esta estructura tiene su origen en un
concurso de arquitectura encargado por el gobierno de México para
realizar un monumento conmemorativo del Bicentenario de la
Independencia que debería de haber sido terminado para septiembre de
2010. El jurado eligió como ganador al proyecto del arquitecto Cesar
Pérez Becerril.
El proyecto tomó su inspiración
conceptual de la tradición de los pueblos del México Antiguo,
especialmente del pueblo maya cuyos gobernantes erigían estelas de
piedra grabada para conmemorar eventos relevantes. De tal suerte el
monumento fue concebido como dos esbeltas placas de ónix de 106
metros de altura, cada una representando cien años de independencia
mexicana que en la noche habrían de iluminarse y que desde la
distancia se verían como una columna de luz. De igual suerte, el
proyecto original contemplaba la remodelación integral de la zona
cubriendo con un parque el Circuito Interior, autopista urbana que
actualmente divide la primera sección el Bosque de Chapultepec. En
la parte inferior del monumento se proyectaba un espacio dedicado a
la memoria histórica.
A diferencia de los otros proyectos
presentados muchos de los cuales consistían en diseños de una gran
complejidad formal, el arquitecto Pérez Becerril optó por una
estructura sobria y elegante que no compitiera con la de por sí ya
densa área en términos de monumentos. Al respecto cabe señalar el
gesto que tuvo el arquitecto de desfasar unos metros la estructura a
fin de que no se interpusiera en la vista que se tiene desde el
Castillo de Chapultepec del Paseo de La Reforma y del Ángel de la
Independencia.
El proyecto estuvo rodeado de polémica
desde el concurso hasta su construcción. El monumento tuvo
importantes sobrecostos, no se concluyó la rehablitación del
Circuito Interior y peor aún no pudo ser inaugurado para el
Bicentenario de la Independencia. Fue sólo hasta el 16 de septiembre
de 2012 que el monumento fue inaugurado en medio de protestas y
voces que pedían que dicha estructura fuera consagrada a conmemorar
a las víctimas de la violencia en el país.
Tras modificaciones en el proyecto
original y peticiones por parte de grupos de la sociedad de dar un
sentido de mayor beneficio social al proyecto, abrió en la parte
baja del monumento el Centro de Cultura Digital.
A pesar de sus turbulentos orígenes la
Estela de Luz se ha ganado ya un lugar en el imaginario capitalino.
Su silueta es visible desde distintos puntos de la metropolis y su
atractiva iluminación nocturna acentúa el dinamismo en ascenso de su
entorno inmediato caracterizado por la reciente construcción de
varios de los rascacielos más altos de la ciudad como la Torre Mayor
o la Torre Bancomer. Al respecto, es frecuente encontrar en las
redes sociales distintas imágenes que muestran el entorno erizado de
torres de esta área como el skyline icónico de la Ciudad de México.
Como sucede con toda estructura
sobresaliente de la ciudad, los capitalinos ya la han puesto un
apodo. Muchas personas se refieren a ella como “la suavicrema” en
relación con una conocida marca de galletas que guarda un parecido
formal con el monumento.
La estructura se encuentra iluminada
todas las noches y en ocasiones se organizan conciertos aprovechando
como gradas las escaleras de su plazoleta. Debido a la capacidad que
tiene lel sistema de iluminación de la Estela de Luz de proyectar
patrones geométricos y números (como sucedió en su ceremonia
inaugural), existe la propuesta de realizar en ella la cuenta
regresiva de Año Nuevo de la Ciudad de México. Una muestra de la
iluminación del monumento puede apreciarse en el siguiente video.
http://www.youtube.com/watch?v=AR0NOKbKDXs
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